Somos
sólo para la Nada...
Como
nos enseñan los creadores de las antiguas tradiciones de sabiduría,
tenemos que proponernos aprender de una vez que nuestra frágil
existencia no es sino una derrota sin paliativos y un absurdo, y a
aceptarlo...
Sólo
así podremos liberarnos de la opresión que ejercen sobre nosotros
todo tipo de ideologías mentirosas, que prometen falsamente la
'felicidad' y la realización de nuestros deseos en este mundo, en
tal o cual forma de sociedad, en las relaciones personales, o en la
lucha por el éxito profesional, etc...
Porque
como intuía el sabio mexicano Octavio Paz, si no nos reconciliamos
con la Muerte (siempre en este mundo), que es nuestro destino último,
y único o verdadero, ¿cómo aprenderemos a celebrar la vida?
"...Finalmente,
la historia del universo parece ser la historia de la Derrota del Ser
por la Nada: materia, vida, la raza humana, la inteligencia y la
creatividad humanas -todo está destinado a terminar en derrota,
todos nuestros esfuerzos, sufrimientos y goces perecerán para
siempre en el vacío, sin dejar huella-.
"Esto
parece banal y es banal y, por lo tanto, importante, puesto que lo
banal es nada menos que lo que todos saben y experimentan. No es
cierto, en absoluto, que el miedo a la derrota final sea una
invención de la ontología existencial moderna ni un efecto del
reciente espectro de la guerra global, destructora de todo. Se
encuentra en muchos de los grandes documentos de antigua fe: en la
'Épica de Gilgamesh', en 'Rig Veda', en el 'Bhagavad Gita', en el
Libro de Job, en los Evangelios, en los Edda y en muchos mitos
conservados de religiones arcaicas, entre pueblos con un conocimiento
bastante escaso de las leyes de la termodinámica y de la astrofísica
moderna; no obstante, conocían la muerte, el dolor, la separación,
la crueldad, la maldad, la traición, los vanos esfuerzos y los
deseos frustrados y no hay razón para pensar que los experimentaban
de forma distinta a nosotros...
Fuente/Source:
Kolakowski, L.(2000, 4ª edición en castellano) Si Dios no
existe... Sobre Dios, el diablo, el pecado y otras preocupaciones de
la llamada filosofía de la religión. Tecnos (Anaya), Madrid. pp
37-38
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